Carlos Brid

VIENTOS

EL VIENTO

 

Y entonces fue el viento,

Que llevo las coplas
que pobló de sonidos

los senderos solitarios.
Fui viajero y testigo

de algunos milagros albos

y también me abrace

a algunas penas parias

y sin culpables

Siempre supe

que soy hijo y campesino

de mi tierra

de los ruidos del tambo
y la del sol que pinto de oro

algunos atardeceres especiales.

Aprendí que las siembras

no son solo de estación,

algunas son eternas

y tienen en sus raíces

los secretos de los hombres.

Cosechan llamas

que nunca se apagan.

También acepte con jubilo

que los campos cuajados de rocío

serian un paisaje en mis pupilas.

Por eso cuido mi destino recorrido

Y el que me falta,

 lo espero sin desvelo,

no porque conozca

el color del mañana

sino porque se que soy

un peregrino

y porque en algún quebranto

ese mismo viento

va a seguir soplando



Carlos Brid