Patricia Aznar Laffont

OCÉANO

En este Poniente de cristales y tenues colores,

dormita el océano su siesta

perfumes, sabores y aquellas sombras silenciosas

de tu dulce y suave aliento.

 

Mar, marea glaucos

regidos por los astros...

ópalos ajenos que destellan y

jadean en compás

hasta llegar a la Barca de la Nada...

 

Estrellas que obedecen a los àngeles

y a las temidas hadas,

en esa nébula errante

en donde nada feliz,

(mas allá de tortuosas tempestades)

una Nereida y un delfín de plata.