Margarita García Alonso

L\' Uficcio Divino

 

Breviario de obligaciones

repetidas hasta el cansancio

 

deberes con causa desconocida,

donde pierdo casa, pierdo amor,

y me traiciona la angustia.

 

Oficio ordinario:

cuidar hermanos,

cuidar a ancianos,

cuidar a enfermos,

cuidar de los castigados,

cuidar la limpieza,

cuidar la bata,

cuidar los zapatos,

cuidar de escupir,

cuidar el himen,

cuidar cuidar cuidar

       lo insano.

 

Vigilancia extrema,

como una autómata

   respondo sí

   presto, presto

mientras no descubran

   que regreso

de un callejón sin salida,

me he convertido en junco

de tallo flexible

que traspasa la fe.

 

Decir, siempre decir sin

pronunciar discursos,

acariciar el gajo

como si fuese

el que salva del accidente,

 

disponer testamentos:

nada más ofrezco,

un canto breve,

ilegal como una

flor muerta en el ramo

de la novia.

 

Dime si te soy fiel,

si he enrojecido tu nariz

cuando corro

como bestia entre rieles,

si me alcanzas

donde el viento

eriza a la oveja.

 

Dime si mi péndulo

te equilibra cuando dudas,

si puedes salir al sol

a leerme.

 

Yo enfilo pestañas,

una a una las deposito

en el pecho

para que abran

el ojo del corazón

y bebas mis visiones.

 

Yo, la guardiana de vacas,

he perdido la sombra bajo

los manzanos.