juan sarmiento buelvas

CĂ“MPLICES DE UN SUSURRO DE AMOR.

 

“Y le susurré al oído esos versos salpicados de sentimientos que la convirtieron en cómplice de un amor del que solo el silencio sería su    confidente.                                                                                               

Entraron hasta lo más profundo de su ser, y los sintió tan sublimes que de sus palabras brotaron lágrimas.                                                     

 

Lágrimas que se revolcaron entre el placer y el deseo de tiempos reprimidos por esos remordimientos que llegaron y se quedaron dentro

de ella como se queda el más sublime de los orgasmos.                      

 

Se deleitó tanto al escucharlos que durmió sus sentidos para que no se escaparan por entre las hendiduras de lo más profundo de su ser.

 

Y esos versos como poesía infinita Se quedaron tan dentro de ella como se quedaron las estrellas en lo profundo del universo.

 

Y se entregó al secreto de aquellos versos que solo vivió para escucharlos en lo mas profundo de sus sentimientos.