Te busco y no te encuentro,
corro tras de ti y te vas,
ansío tu recuerdo,
tomo tu foto en la intimidad.
Invadida de tormentos,
invadida de fragmentos,
invadida toda, está mi voluntad,
y escucho tu voz que no me deja escapar.
Ato tu boca a mi pecho,
me recuesto junto a tu lecho,
y ya sin fuerzas te escribo entre cantos,
finalmente te sueño sin más.
Revivo la aurora
de nuestra primavera,
esa sensación de amor, la primera,
la que nos hizo juntar tu labio mi labio.
Aliento contra aliento,
tu voz en mi voz,
esa dulce humedad de tus besos,
ardiente el deseo impregnado de amor.
Paseos interminables,
arenas rodantes,
espuma del mar,
temblorosa en la mía,
tu barca en mi mar.
Radiante al sol pareces,
en la oscuridad eterna,
rocío de la mañana,
que perfuma mi alma.
Así eres tú, furtivo,
alterno y misterioso,
que de un beso llevas al gozo,
al pozo de tus besos venenosos.