José Vásquez Gaviria

CARIÑO BONITO

Cariño bonito,

fue tan escasa la circunstancia de poseerte

cuando contemple desvanecerse en el crepúsculo

aquella fulgurante esperanza

de nuestros alientos execrados.

 

No quiero ni debo mirar atrás,

porque la fortuna ya está volcada…

 

Pero, quién soy yo,

cómo puedo batallar a tan reprochable sanción

que miro en los anacrónicos discernimientos

de languidecidos corazones

atrapados en la intolerancia.

 

Rompes el silencio con el venablo hecho verso

que aplastas sobre mi apesadumbrado costado

maltrecho:

me lacera, me lapida.

 

Oye cariño bonito, que has hecho conmigo;

cariño bonito, solo contigo ¡YO MUERO!