Ingrid Zetterberg B.

¡PUEDO VER!

 

 

¿Porqué esta desazón?

Viene como en oleadas

el dolor,

de no saber porqué soy

y para qué.

 

Pero después

de este pinchazo

de confusión,

 

yo te pienso y sé

de tus ojos soberanos,

y nuestro andar

entre uvas al sol;

 

y hay tibieza

de verano, y fe

en una paz secreta

naciendo de los dos.

 

Corre un río de sueños...

 

Se aquietó la mar,

fue arrancado el velo

y puedo ver,

porqué estoy

y para quién.

 

Ingrid Zetterberg

 

Dedicado a Jesucristo, mi amor

 

De mi poemario:

\"Ciento cincuenta poemas del alma\"

 

Derechos reservados

Safe Creative Cta. 1006080193112