Alexander Sandoval

Tu nombre

La inmensidad de tu nombre
ha vuelto a tomar el poder dentro de mí.
Y no como cualquier otra vez
en la que tu recuerdo tenía un eco
instantáneo en cada lugar,
por más recóndito que fuese, de mi cabeza.

 

Se apoderó mas lógico, más congruente.
Habló con la verdad en la boca,
desdicho algunos templos
y fue arrastrando evidencia
de mí pasado,
de lo que fue.

Llegó inconsciente del tiempo, perdido en la mente y vagando recuerdos.
Bebió algunos descontentos y abrazó con desdén los bellos y adorados sentimientos de un mismo ser, enfermo, pero con deseos de desenfreno.


Llego efímera e inconclusamente,

fue una visita en la que 

el deseo pierde la razón
y el amor no encuentra
la mínima contradicción.


Llegó para decir adiós,
ante el preciso aunque inútil rencor
la ame, desdiche y besé
su alma, con todo mi pálido corazón.