Te suplico que ambos dejemos morir el pasado, que juntos permitamos que el orgullo y el enojo queden más que enterrados.
Ahora soy yo quien te pide por última vez,
siembra de nuevo esa semilla con la que a mí me dejaste tan enamorado.
Eres causa y reacción desencadenate a todos mis grises complejos. Tienes la habilidad de hacerme parecer gigante frente al espejo.
Y si te inspiro al menos un recuerdo de amor, te pido, riega el sembradío para ayudar a que nuestro amor, con suerte florezca.
Te recuerdo que lloras al menos una vez al mes por esas reuniones marchitas que tanto extrañas, si te hace sentir mejor, yo te cuento que vivo lo mismo pero mas profundo.
Espero con tanto amor tu aprobación de seguir juntos de la mano, recuerda que nos espera una enorme cosecha de flores hermosas que tú y yo cultivamos.
Te pido por última vez que siembres la esperanzadora semilla de nuestro amor olvidado.