Luisa Gutierréz

Sentada, por las tardes.

Sentada, por las tardes,

tal vez leyendo a Neruda

bien sabes cuando amo sus sonetos.

tal vez escribiendo un par de versos

pretendiendo escuchar a mi alma,

quizas, escuchando musica,

lo que fuese desde trova hasta un poco de rock.

 

En ese momento

en un estado taciturno,

sin esperarlo, llega de golpe

a mi tu nombre,

sin anunciarte, sin yo quererlo,

de golpe, llega 

a mi tu recuerdo.

Al principio, 

como castigo, 

una broma, una sonrisa

inclusive en veces un beso,

y en mi rostro 

se dibuja una casi

ilegible sonrisa,

y casi instantáneamente

se borra la pequeña sonrisa

deformándose

en un gesto de amargura,

tristeza, dolor o soledad..

y asi como de momento,

como el primer golpe,

vienen todos los recuerdos oprimidos,

las miradas, tu desprecio,

el dolor,

sobre todo el dolor,

y en ese instante, 

las lágrimas vuelve

a recorrer una vez mas el camino

que yo crei olvidado en mi rostro.