ivan semilla

Ansiedad

Quiero decirle poco.

Quizá nada le diga,

tal vez solo la mire para robarle un beso.

Son pocas las palabras que quiero pronunciarle,

porque me pierdo un tiempo valioso para amarla.


 

No sé si al encontrarla,

los nervios me carcoman,

la ansiedad me supere,

las piernas se me aflojen,

o me tiemblen los ojos

del sol de su sonrisa.

Yo creo que esta prisa

me correrá en las venas

porque deseo tanto su mar y sus riberas,

sobre mi boca amarga que añora la dulzura

que siento que el momento será:

¡Ay!...  disfrutarla.


 

Porque morí hace un tiempo

como mueren los hombres que están enamorados

los que entregan su fuego,

los que regalan su calma,

los que se complementan

cuando voz y guitarra

en arpegios de luna

se desgarran en sábanas,

tomándose los cuerpos

hasta quedar sin savia...

Por eso... por eso cuando estrene mi amor esta mañana;

quizá pocas palabras coordine en esta boca

y quiera atravesarla con todas las miradas,

dejándola desnuda

bebiéndomela toda

hasta exprimirle el alma.