VICTOR SANTA ROSA

SACRILEGIO.

            SACRILEGIO.

 

En la profanación de sus labios,

se hace  sacrilegio un beso.

¡Oh incitante pecado!

¿Por qué eres tan obseso?

 

Cuanto quisiera no existieras,

pero que existieran sus labios,

para siempre desearlos,

aunque míos no fueran.

 

Y aun siendo ajenos,

los seguiré deseando.

Qué importa seguir pecando,

cautivo en mis desenfrenos.

 

Porque en el juicio final,

no peca el beso deseado,

tampoco el robado

si se dio por amar.

 

Autor: Víctor A. Arana

(VÍCTOR SANTA ROSA)