Aurelio Peñaloza

Julio de rosas

Estamos enredados en la gente y el odio de saber todo, sonreímos en mis zapatos que caminarón y se comierón el lugar permitido por andar, ahora tus labios pintan mis ojos alarmados y el corazón siente el hormigueo dulcemente espontáneo, las palmas de tus manos engañan y pierden esa nitidez cuando te beso, y mi espalda plática de la cubeta floreada que carga la tuya, estamos a medio paso de tu mar y medio paso para que nades en mis brazos, vislumbran las mariposas al volar que provocamos y el susurro de la arena cuando tocan la sal, no estamos seguros si los amantes juegan nuestro juego y ya no hay nada que lamentar, placer no es un helado que ha caído al piso, es lo que se ha perdido en el piso. ¿Somos lo perdido? Me perdí en la comida completa en el menú, en el lugar conocible gustado y padecible entre mesas por no tenernos ahí (aun lado de tí), en el afuera esta mas que el deseo de estar juntos (fuertemente nos tomaremos sin nada) dando todo sin conocer, ni ver en la prórroga justificable ante nosotros un testamento que retoña en lo hecho, besos y flores tendrás juradas por tí misma.