(Soneto de métrica libre)
He sufrido
amargo quebranto,
¡Y si no me he ido
fue por amarlo tanto!
En el jardín preciado
que riego con mi llanto,
¡cuánto he soñado
con su reir y su canto!
Y volverá un día febril,
quizás sea en Abril
con un ramito de amarantos.
Para amarnos otra vez,
como nunca fue tal vez
con un cariño sacrosanto.
Ingrid Zetterberg
De mi poemario:
\"Ciento cincuenta poemas del alma\"
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