Hugo Emilio Ocanto

*** Esa adicción, que destruye... *** /// TEMA SEMANAL DEL CUARTEL /// - Grabado -

Adicción a la marihuana. Tenían en su casa una planta. Entre varios, chicas y muchachos, la consumían. Me estoy refiriendo a un suceso de hace dos años. Un muchacho, ya adulto, haciendo reuniones en su casa, el cual vivía con su madre. Juventud que colocaban música a todo volumen, después de la medianoche. Se escuchaban sus estruendosas risas como si fuese las cinco de la tarde. No de lo que decían, de lo que hablaban. Una noche, dos de ellos,sobre los techos, caminando en lo posible sobre la cornisa. Una vecina nuestra los vio, los denunció a la policía. Se presentó una mujer policía. Los hombres policía se habrán quedado mateando en comisaría. Al entrar vecina y policía, los maleantes drogadictos les tiraban pequeñas piedras. Imaginen el estado de ebriedad y consumisión de marihuana que habrán tenido encima. Después desaparecieron. La mujer policía se fue a comisaría.

Esa noche... tal cual pasó...

Transcurren varios días... cuatro o cinco... En nuestro departamento no había nadie. Mi hermana había salido y también yo. Cada uno independientemente con trámites personales.

Habíamos salido antes de las diez de la mañana. Llegué después de mediodía. Al abrir la puerta de entrada. diviso en el final del pasillo la de nuestro departamento. Estaba abierta. Delante de ella, mis dos pequeños vecinos. Pensé que mi hermana había llegado. No era así. Pregunté qué pasaba, por lo que ellos allí estaban. La mayor de los hermanos me respondió: R.

De inmediato esa R me hizo pensar en robo. No estaba equivocado. Habían forzado el picaporte... Entré... fui a la habitación de mi hermana, ropas diseminadas por el piso. Me dirigí a la mía. Exactamente igual... peor.

Puertas del placar abiertas, ropas tiradas.

Seguro que en ese momento la presión se elevó... Traté de serenar. El cofre de madera del placar, abierto; no lo había cerrado con llave.

Saco un sobre con documentos personal muy importantes. No faltaba nada. En el frente del sobre había una mancha de sangre. El maleante drogadicto se lesionó con un clavo.

Al rato llegó mi hermana. Preocupación de ambos, por supuesto. Constamos qué nos faltaba.Todo el dinero que ella tenía, faltaba. Lo mismo me pasó a mí. No dejaron un peso.

Total del robo: siete mil pesos. También se robaron mi celular. Tengo la costumbre de salir sin él... Para que no me  roben...

¡Ironía del destino...! Así que cada uno nos pusimos a ordenar nuestras respectivas pertenencias.

Fui hacer denuncia a la policía. Me atendieron bien, con una indiferencia total...

Sucede que a veces  atienden así...  Algo más que nos debemos \"bancar\" los argentinos.

Consulté a un bioquímico vecino, referente a la sangre del sobre. Me dijo que no me moleste. \"Que me iba a salir un fangote de guita, y no le hallarían al culpable\".

Somos vecinos de la familia de donde salieron los drogadictos. Aparentemente, buena gente. Pero... es una casa habitada por muchos drogadictos diariamente.

Tenían una planta de marihuana. Digo tenían porque a esta fecha vendieron la casa. Están construyendo un edificio de siete pisos, que lo han de terminar dentro de un año.

Pero madre e hijo han de volver a habitar uno de los departamentos, cuando terminen de construir edificio.

Hace casi un año que rompen las... desde primera hora de la mañana, hasta las cinco de la tarde.

Esa adicción, la droga... que consumen los viciosos... Que pueden llegar a destruir familia, amigos, vecinos...

¡NO A LA DROGA!

 

TENIENTE DEL ESCENARIO

12/07/2018