La belleza del arco iris,
deja a los seres absortos,
observando su grandeza,
como trazo laborioso,
que muestra la perfección,
de un artesano devoto
de los cálidos colores:
¡Su preferido es el rojo!
reluciente en la amapola,
y el geranio muy eufórico,
también lo exhibe en sus pétalos,
con un semblante orgulloso.
causando curiosa envidia,
al descolorido hinojo,
que abrumado reconoce,
de este color tiene asombro.
Representa la pasión,
con un sentimental código,
al corazón le da fuerza,
y de erotismo es emporio,
insignia del amor físico,
que muestra a un hombre pletórico.
También es la valentía,
para quitar los estorbos,
que nos amarran a reglas,
ocultando lo que somos;
el rojo es color intenso,
muy alegre y fantasioso,
signo de vitalidad,
atado a grandes fenómenos,
que determinan la vida,
sin duda algunos odiosos.
Este color tiene magia,
para el pintor es exótico,
le aporta gran energía,
a cada uno de sus tópicos.
¡Ah! Para la poesía,
despierta los versos próvidos,
que apasionados se expresan,
provocando los elogios.
En los celajes cautiva,
es perfección a los ojos,
en los ramos es un sueño,
ellos lucen majestuosos,
está también en la sangre,
con un matiz ontológico,
¡El rojo es pasión, es fuego!
que aprisiona el amor prófugo.