Verano Brisas

CONFUCIO

Fácil ha sido para el tiempo

conservar aquella filosofía

lanzada desde un país en caos,

donde la gula de los poderosos

devoraba el grueso de los habitantes,

porque su aguda dureza no pudo ser demolida

ni siquiera por los más enconados enemigos.

 

Hoy no importa su ascendencia aristocrática

ni sus candentes encuentros con Lao Tse,

menos quienes lo izaron hasta las altas esferas

unas veces, y otras le negaron el saludo

como si fuese un bandido.

 

Por encima de toda contingencia,

su pensamiento enjacilla los milenios;

escuela que tuvo como base,

principios de respeto y claridad.