Michurin Vélez

MURMULLO LÍQUIDO

Te invito a escuchar el murmullo del agua

raíz insaciable que crece en el vacío

                     < oblicua amalgama de resonancia profunda >

que florece en la transpiración del sol canicular,

en la agitada huida de los ríos silíceos

o en el grito eclíptico de los océanos

 

Oigo a los peces confesarse con el viento 

arrimados al tímpano de la quietud

voces que murmuran

                  increpan

                     exhortan

                       persuaden

siempre con la armonía de los sextagramas ideofónicos

 

Cada nota es una copa de agua azulina

para mirar a través de las palabras íntimas

que nos permiten sentir la vida fermentando el vino de la noche

                       / permanecer siquiera un instante en la realidad eterna

                          como un pájaro altivo en la vastedad del horizonte /

 

Si no es así

prefiero quedarme sumergido entre mis huesos

restaurando las miradas antiguas

          / por lo menos ellas parecen ciertas /

secándose bajo el sol de arena blanca

sobre lienzos de ojos extraídos de la arcilla

 

Si algo se parece al murmullo del agua

es el estiaje del mar en su eterna creciente

o el luminoso aullido de los lobos en el cielo de la cordillera

o el fragor de los sueños cuando se instalan en mi cerebro

para despertar los seis sentidos en los versos de un poema

 

La aurora me llega paciente en la espuma de las olas

se posa y recorre mis pupilas

y escudriña los polícromos espacios del viento

que sorprende a los estridentes zorzales trajinando en los manzanares

muriéndose de risa con los inocentes gorriones

dejando los deseos postergados

 

Amanecen las utopías abatidas en el huerto

brillando sus ojos bajo el sol de verano

lavándose de las voces miserables

que impregnan la brisa con olor de angustia

mientras las nubes transitan soñando ser agua marina

 

Las horas serenas me invitan a la devoción sagrada

hasta parecer un retrato delirante en el centro del cosmos

permitiéndome ser libre en un manantial infinito

sin saber si el poeta soy yo o el murmullo del agua