Un suspiro escapa al medio día de un martes cualquiera,
Que me llena de ánimo, tras una noche en vela.
Me pongo a contemplar las flores que se marchitan,
Tal y cual como mi vida, con tu partida.
No dejo de mencionarte a diario,
Con mis amigos platicando de cuanto te extraño.
Me come la idea de que no estés a mi lado,
Pues este sentimiento me repite que te busque sin pensarlo.
Baño cada recuerdo con mis suspiros,
Pues no quiero echarte jamás al olvido.
Esta ausencia me duele, extraño tus besos,
Tus manos, tus labios, tu cabello y principalmente tus ojos.
Miradas que no volverá y que solo viven en mi mente
Como deseos fugaces escapan brevemente.
No tengo refugio alguno a donde ir,
Mi trinchera quedo de rumbada cual muro de Berlín.
Quisiera no pensarte tanto y olvidarte un poco más
Desatarme de esta emoción, como preso de alcatraz.
Quiero emprender la vida en un viaje donde solo estar
Pues así podría soñarte sin si quiera llorar.