Alejandro Tapia

Gorgonas.

Gorgonas.

 

Me dan risa los planes y los métodos, los sueños, los cálculos. La vida no es un camino, es una arteria, y en ella  nos vamos todos. Apretados, fluyendo sin consentimiento y sin remedio en el mismo torrente sanguíneo de un ser gigantesco tal vez infinito y sin sentido al que llamamos Dios.

No somos Perseo, no hay héroes, somos apenas gorgonas, cabezas llenas de lastimosas serpientes y mientras una a otra nos vamos comiendo; vamos cayendo y rodando por la misma escalera enroscada.

 Y yo opongo tan poca resistencia. Facilito, no improviso, es más, mi paso acelero. No temo al golpe  sino al tedio que me causa lo mucho que se sigue prolongado la caída.