Danny McGee

DE PRONTO TE RECUERDO.

DE PRONTO TE RECUERDO.

...Y ha vuelto otra noche, otra noche de las tantas que a mí me traen tu nombre, tu imagen, tu boca, tu voz y aquel suspiro quedándose en el viento, en ese que inspiraste dejándome contento.
De pronto... te recuerdo. Nos veo en nuestra cama ensayando con un beso y abiertos a la dicha de mirarnos en silencio. Tú, tan bella y sonrosada, brindándome tu aliento y yo sintiendo versos en la entrega de tu cuerpo.
De pronto... te recuerdo. Y me veo en tu mirada mientras todo hallaba el fuego, donde todo parecía culminar con sólo un beso. Tus manos y las mías en un mismo fiel secreto... Y tú caías rendida y yo mirándote durmiendo.
De pronto... te recuerdo. Nos veo sonriendo, caminando por Botkyrka, elevados por un beso y esa paz que prometía que este amor sería algo eterno. (Y es eterno si se vive, pero ahora de qué sirve si en mis brazos no te tengo).
De pronto... te recuerdo. Clavo un ojo a aquel anillo que yo siempre quise puesto y que me haría tu marido con el paso de los tiempos. Y no sé si el que era tuyo aun sigue existiendo. Yo nos veo en el futuro con anillos que eran nuestros.
De pronto... te recuerdo. Y se viene aquella imagen de la tarde del encuentro: yo sentado, tú viniendo. Y doy vista a aquel banquito que nos vio en el primer beso, y el que luego, entre miradas, fue quedándose muy lejos.
De pronto... te recuerdo. No te sales de mis ojos en ningún... ningún momento. Te sonrío y tengo miedo. Y te observo en esa playa de gaviotas en su vuelo, un noviembre de esos días que yo guardo aquí en mi pecho.
De pronto... te recuerdo. Se me cae alguna lágrima y nos veo en los viejitos que caminan por la plaza; y me azota la promesa que te hice alguna vez: y es que tú verías mi vida con la tuya envejecer. Lo sé. Lo siento. Y otra lágrima se cae y se parte sobre el suelo.
De pronto... te recuerdo. Y no puedo imaginarme sin volverte a ver de nuevo; sin besar tu misma boca, sin oír tu mima voz y el suspiro de las horas que olvidaban el reloj. Amor. Te pienso.Te suplico; y es que yo te necesito y vivir sin ti no puedo.
De pronto... te recuerdo. Y es que no puedo olvidarte. No, mi vida, no es tan fácil: el que ama nunca olvida, va creyendo y va creyendo que el amor une en la vida y que a nada da por muerto.
De pronto... te recuerdo. Y me vuelvo como un loco buscándote en mis labios y te llevo al mismo cielo con un grito desgarrado. Yo te llamo. Yo te llamo. Me desangro, me derramo y te quiero aquí conmigo hasta ver que somos viejos... Y la noche corta todo... Y otra vez viene el silencio.

Y de pronto... De pronto te recuerdo.

A Claudia Jara.