Patricia Aznar Laffont

NUNCA JAMÁS

 

Tu cuerpo despojado

y tus labios con un tenue temblor.

 

 Baúles  de tu espíritu

descolorido

y lleno de espinas.

 

En tu rostro,

los surcos de las lágrimas gélidas

de tu llanto incoloro...

 

Vida;

ave suave y audaz

que surca el firmamento;

rocío de añil madrugada...

 

Brotan y escucho y leo

de mi alma herida,

pensares negros,

esculpidos en dura roca,

 escritos con la tinta

lascerante y púrpura

de los oscuros recuerdos

compartidos...

 

Piso el suelo

de tierra reseca

de tu Amor desquiciado,

que no se condensará,

nunca jamás.