Julián Riveira Dosártes

Poeta de Nicaragua

¡Me encanta cómo me ven sus grandes ojos negros!

Esos sus ojos que me ven, profundamente, como ninguna.

 

¡Usted entiende mis sueños, pesadillas y grutas! 

Y cuando se queda contemplándome

acunada en mi pecho leeré 

sus poemas y la inundaré 

con mi lava ¡oh gran poeta de Nicaragua!

 

Escuché su llanto. Sus gemidos cerca de mí

y, curioso y confundido, vine a ver qué pasaba.

Noté en su voz hermosa

una constelación de «mañanas»

que deseaba fueran «ahoras».

Sentí su frustración por la lucha.

Por esa Revolución que nunca acaba.

 

Después de tanta tinta, sangre y lágrimas

la batalla continúa, pero aquí estoy yo

¡Oh poeta de Nicaragua!

 

Yo, vecino salvadoreño,

¡también me lanzaré al sueño!

 

Es que me encanta cómo me contempla y suma. 

Mire, al fin y al cabo, yo seré su poeta y usted mi musa.