Ingrid Zetterberg B.

SUEÑOS DE ESMERALDA

 

Miré aquella puerta cerrada,

y un pasar de años 

se me vino de golpe.

 

Un ayer de recuerdos,

cuando yo adornaba

el arco de mi entrada

con una enredadera...

hiedras rosadas

que dieron vida

a mi alma.

 

Mi casa...

Un río en lontananza

bajó por mis venas,

y desembocó

en mi garganta, que sollozaba.

 

Me parece mentira...

yo misma pinté esa puerta

con el verde de la esperanza;

y coloqué una plantita hirsuta

en aquella oquedad de la muralla.

 

Yo pinté esa puerta

con mis sueños de esmeralda.

Para él adorné con pulcritud

mi fachada.

Y pasaron los días, los meses

y los años...

pero él no regresaba.

 

Finalmente tuve que hipotecar

mi bella estancia.

Aquel a quien yo esperaba,

sus promesas olvidó.

 

La dichosa hipoteca

para mí sola

era imposible pagarla.

 

Y vi llegar

la triste mañana

en que perdí para siempre

mi dulce morada.

 

Hoy al pasar por su puerta

me parece desconocida aquella casa...

como si yo no conociera

sus ocultos rincones,

sus pasadizos, su amplia terraza.

 

Y siento con dolor

ante aquella puerta cerrada,

que toda mi esperanza

fue vana.

 

Ingrid Zetterberg

 

(Es sólo inspiración en la imagen)

 

De mi poemario:

\"Inspiraciones de mi nostalgia\"

 

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