Cuando veo tus ojos observo en ellos un brillo inexpicable; como si dos guayas de alta tensión se cruzaran e hicieran destellos y chispazos de luz; tan fuertes que mi corazón detecta un amor que llevas dentro de ti y hace que tu pecho marche a gran velocidad como un ferrari sin obtáculos, llevandome hasta tus brazos y con el sentir de tu piel quemarme en las llamas que invaden tu cuerpo.
Algo tan sereno y espontáneo nos lleva a una intimidad desorbitada; nuestras almas se juntan en un aura explícita de seducción compaginando el mejor lumbral en un momento tan apasionado de amor y sexo tan mágico como el atardecer.
Hablándole al oido a mi diosa y viviendo el tan espontáneo momento sin interrupción alguna; gemidos que salen a flor de piel, caricias van y vienen.
Sin cegar mis ojos veo como su bello cuerpo se incrusta en el mío haciendo del momento, el más extasiado del tiempo vivido.
El imaginar querer detener el tiempo en el momento perplejo para seguir invadiendo tu cuerpo tan cálido y tan suave como mopa de algodón, es algo que solo podré tener en otro reencuentro, auque soñare hasta en mis momentos despierto.
HENRY RUIZ
26 DE JUNIO 2018