En lo más profundo de tu alma,
Sabes que las cosas van mal,
Por más que te esfuerzes y lo intentes una y otra ,y otra vez no podrás cambiar tu destino, nadie puede o tal ves nadie quiere.
Nos conformamos con el simple hecho de creer en la casulidad, pero mira en donde paramos. En un mundo monótono, insensible y ajeno al dolor.
El destino no es nada más que una excusa, una razón para justificar las cosas que ocurren sin haberlas planeado previamente.
Tal vés llamamos destino a todo lo desconocido, que queramos o no admitir nos produce miedo.