Nahir Arreygada

De tus ojos, de donde vengo.

De tus ojos,
Que dicen son las ventanas del alma,
Quiero todos los tesoros.
Quiero tu voz ronca pesada de historia retumbe en mis oídos,
Tus manos armadas de fuerza y valor sobre mi espalda,
Tus hombros cansados de haber cargado los días,
Quizás también las penas, y algunas alegrías.
Tal vez no me veas detrás de tu visión difusa,
Tal vez no me distingas en lo intrincado de la noche.
Solo mírame, sabré si me ves.
Haz que toda mi vida parezca insignificante,
Dime como era antes,
Te diré como es ahora.
Háblame de las raíces del árbol donde florezco hoy,
Hazme crecer.
Sonríeme, aunque los dientes sean escasos.
Déjame peinar tu cabello nevado.
Cuéntame los secretos que calla el universo.
Tu universo.
No importa que no recuerdes mi nombre,
Yo te llamaré abuela.