alejandro fozar

LXIV. Debido a R.B.

 

Con su mañanita y pan casero,

en el vano, las migas y sus gorriones,

veintinueve y treinta de febrero

no cerró por vacaciones.

 

Me coronó rey de la libertad

Montado en los filetes del corcel,

solideo de cartón, su santidad,

bendijo él carrusel.

 

Corren aún mis pies

descalzos por sus veranos,

siempre contó hasta diez

sin usar los dedos de la mano.

 

las cataratas de sus ojos

la artrosis, las raíces desteñidas,

la casa y sus despojos,

la vejez mal entendida. 

 

Otra andaluza sin suerte

fregando ropa en agua fría,

siempre le fintó a la muerte,

siempre que amanecía...