El Silente Vagabundo

Cadenas (Soneto encadenado)

Llevado fui a tus costas por el sino;

destino fue aferrarme a tu figura.

Procura acompañarme en el camino

el lino de tus besos, cual dulzura,

 

sutura así mi boca el pardo vino.

Devino en tus recuerdos mi atadura,

y augura aquél brebaje repentino,

un clandestino viaje a la segura

 

finura de tu vientre, aunque breve.

Promueve tu belleza, la serena

faena de buscarte, navegando,

 

y anclando el corazón a tus cadenas.

Resuenas a levante. Voy surcando,

tratando de avistar tu piel de nieve.

 

Dlanor.