manuel ayuste valero

Viento de amor

Oh mujer, no te conocía,
pero ya te amaba.
Vientos de amores respiraba mi alma,
aquella tarde de verano,
los ruiseñores cantaban.

Yo conocí una rosa blanca,
con su sonrisa y dulzura yo me enamoraba,
de una muchachita de tierra noble soriana.

A la que yo tanto quise,
y ahora la llevo en el alma.