J. Angel Licet

Carajo!

Estrés parece ser respirado en las calles del abandono
Desesperanza tienen las personas marcadas en la piel
Y con una cruel monotonía la palabra más suave que pueden pronunciar es; ¡Carajo!

¡Carajo!
cuando mi dolor necesita ser expresado, dolor tan obstinante como
un golpe en el dedo pequeño del pie. Tan solo el mentol de la esperanza puede servir de
ungüento para cojear por los caminos de la supervivencia.

¡Carajo!
Sigo diciendo, palabra característica de mi país,
Palabra altisonante que a los niños censuran.
Oh, alivio siento cuando en el momento preciso una
grosería sale para expresar mi sentir.

¡Carajo!
Alivio, no es placer. Aire que sale de un globo sin color
cuando la inflación de un país se viste de rojo,
pues rojos mis huevos de tanto ver y nunca alcanzar.

¡Carajo!
Digo cuando veo lo que somos y lo que podríamos llegar hacer,
carajo y mil veces carajos cuando el oro es parte de mi
tierra mientras en techo de aluminio escucho la lluvia caer.

¡Carajo!
Gritas por primera vez sin importar quien este cuando
la muerte del cuerpo llega, carajo y mil veces carajo cuando
entre angustia y dolor sientes el maldito color rojo en tu
pecho, mientras los ojos sin ánimos de aquella enamorada
dejan salir su aliento para expresar su ultimo; ¡Carajo!