Nacho Rey

EL NIDO

 Yo, para ella, era un desconocido,

y ella para mí, una joven en un nido.

En el bosque me pilló con mi aullido

solitario y ella contestó con su silbido.

 

 Yo, aunque mayor, ya herido

por un amor hundido,

ella me entregó su amor nacido:

y me enamoré de ella, incluso bebido.

 

 Todo era color de rosa sin haberlo querido,

ella, en el nido, era un libro no leído:

¡bellísima!,¡tierna! y yo su bandido...

 

 ¡ay! ¡ay! ¡ay! casi su marido.

...me caí de la cama...y aturdido...

¡¡fue un sueño...y todo perdido!!