Antonio Bistrain

Ojos de almohada

Acostado en el costado
de mis lagrimas en llamas,
esperando a estar respirando,
sofocado para estar enamorado.

Llámalo y dile, con el corazón,
esto que te cuento entre la razón
y el deseo de verte cerca de ser
los latidos de cada sueño
que hoy tengo de tus estrellas.

Una y mil posibilidades
para caer en calamidades.

Dormir en esas oportunidades,
donde hablarte es una ventosa,
como un sueño al estar despierto,
pero sintiendo lagrimas cálidas.

Dejó todo en aquellas pelusas
que tienen los arboles de verano,
siendo tú,
la raíz de mis sueños.

Últimamente la lluvia me seca,
aire me humedece,
siendo de noche, brilla,
si es que soy para ti.

Te sueño todo el día,
en las noches,
no está ni tu risa.

Siendo tú, la sanadora de las corrientes
que hoy llevan tu nombre a la costa
de mis insomnios.

Ojalá y el correo postal,
me enviara fotos de tus ojos
reflejando los pasos de tu chachachá.

No hay motivos para dejarte en visto,
ni razones para no enviarte rosas de algodón,
como aquella almohada de tus ojos hermosos.

Hay una cobija en mi cama,
donde la calidez de tus palabras
se vuelven la razón de cada madrugada
te veo con ese vestido
que se ve muy bien.

Así es cada noche,
con las luces apagadas,
la almohada acolchonada
y la baba en mi brazo.

-Antonio Bistrain