Diego Archundia

La busqueda

Estas encerrada en lo que pega de tu ego,
tu sonrisa fría, rebuscada entre veredas de lo nuevo,
no confundas, vida mía, es el juego de las apariencias,
que si tenemos percepciones hay mas de una belleza,

Y tu piensas que tu rostro atrae a mas de miles de hombres,
puede ser princesa; pero conmigo no te asombres,
yo busco la belleza donde nadie podría, 
y si no miro tu rostro es por que miro tu alegría,

No se sentir esa belleza que es palpable,
se destila entre mis dedos hasta no encontrarle,
pero si hay algo existente entre nuestras direcciones,
es que lo bello esta siempre entre los corazones,

No confundas, yo no quiero desprestigiar tu ahincó,
con la luna supe todo lo que no supe a brincos,
tu mantén tu esfuerzo embelleciendo todo tu rostro,
yo estaré aquí buscando un amor sin costo,

Un amor que sea onírico como el primero, 
un amor que sea tan único, que permanezca entero,
y si quiero que sea de una forma y no de otra,
es por que lo de afuera se acaba, lo de adentro aborda,

Si tienes un poquito de razón, mejor recuerda,
que donde gobierna el corazón no existen cuerdas,
de esas que atan claro lo que no es condena,
el verdadero amor no juzga, rompe las cadenas.

Entiendes por que amo solo a mi manera,
el cuerpo se daña, pero lo demás se queda,
tarde o temprano lo veras con forma, 
el amor es energía, y perdura por que solo se transforma.