argantonio

Ángeles sonrientes

Creamos en nuestra propia

creación, creamos ángeles

a nuestra semejanza, como

mejor nos parezca,

conservemos la imagen ideal

del último que se nos fue,

ángeles sonrientes que nos

sorprendan cada mañana,

no el ángel de la espada

de las llamas, sino el ángel

de la luz que nos transmite

la memoria, los ángeles

invisibles que nos recuerda

el viento para despertarnos

y la brisa que nos saluda

los ángeles que nos sorprenden

con el capricho de las simientes.