Verano Brisas

SHAKESPEARE

Según los puritanos de la época

los actores sólo eran cocodrilos

que engullían voraces la pureza

y la santa castidad de las personas.

 

Pero el genio se movía como un lince

entre el vaho apestoso de las víboras,

con apoyo del gobierno isabelino.

 

No fue rico por sus obras literarias

aunque sí por los trabajos actorales,

y a excepción de casi todos los artistas,

fue cortés, atildado y comedido.

 

Admiraron los nobles de Inglaterra

sus comedias, sus dramas y sonetos,

hasta el día en que, junto al español,

acabó para siempre con el brete.

 

Hoy se leen sus obras inmortales

con parte del fervor con que lo harán

los futuros pobladores de la Tierra.