Si todo tiene un tiempo marcado, 
este es el mejor; 
es el momento de retener cada sabor y cada aroma
de los cálidos rayos  de sol sobre la piel, 
de la  ola que rompe en la orilla y besa los pies.
De sentir tu mano rozando mis cabellos
y tus dedos recorrer mi rostro,
del suave beso, delicado, dulce, intenso
de las pasiones cocidas a fuego lento.
Tiempo de la felicidad,
de contemplar con satisfacción el verdadero rostro del amor
de tú y yo, de nosotros, 
y descubrir ese placer que es la magia de encontrarnos.