Esta noche cayó desde mi mente
el verso que jamás te regalé,
ese que arrojé en aquel sendero
después de aquella triste despedida.
Fúnebre es la noche de tu ausencia
oscura es el alba de tu distancia,
marchitos los días grises de tu olvido
agónicos los latidos de mi alma.
Aún te busco por los parques
aún creo verte en las estrellas
en las sombras de los días
en las sonrisas de otras bellas.
Con aquel verso perdido
floreció la condena del dolor,
esa que sentencia mi vida
esa que aún me exige tu amor.
Valentino Malatesta