BlackEar

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Pálido semblante, ojos de desafío

Eres mi sueño matutino

El despertar de este húmedo corazón

 

Cuando tus pupilas se dilatan,

Percibo tu recelo

Tu mano cálida

Ha derretido mi hielo interior

 

Sujeto de misterios,

Haces vibrar a toda mi razón

Y es que con tu voz cautivas

A la dicha de mi interior

 

Frío como el viento de invierno

Ha de ser el caparazón que proyectas

Es que con juicios y sin lunas nuevas

Difícilmente podré llegar a ti

 

Cuando la vida me lleva a tocarte,

Una rosa espinosa se atraviesa entre nosotros

Es la burda y ruin imposición

Que no dejará brotar, la tierna raíz de este amor.

 

Y no sólo es el triste clamor,

De aquellas trompetas en señal de imposición

Sino que dentro yo guardo un temor

Es la simple manera de no hacer lo mejor

 

Y la rima en poemas es un desacato

Cuando de chispas fugaces pretendes hablar

Pero la llama que ha emergido no cesa

De anunciar tu nombre con sencillo esplendor