Marcela Miranda Rodríguez

Eterna compañía

Eterna compañía,

detrás de mí con tu velo negro

y tu esfera de cristal.

 

Siempre sigues mis pasos;

como un amante apasionado

esperas el momento en que caiga en tus brazos.

 

Eterna compañía,

tu velo negro me ahoga

y tu esfera de cristal me encandila.

 

¡Aléjate que aún no es tiempo!

¿O tal vez sí?

¿Debería ir contigo hoy, Eterna compañía?