Henry Parejo Hernández

Déjame bañarme desnudo en la humedad de tus besos

 

No quiero despertar y perderte de nuevo

Sólo quiero amarte y besarte

Saber que nunca, nunca más, nos vamos a volver a separar

Ni siquiera desde un solo pensamiento

Yo te enseñé a besar con besos míos inventados por mí para tu boca

Cuando apenas éramos unos niños

 

Pero la verdad, es que tus besos fueron besos húmedos, cálidos, tibios y perfumados

Besos anhelados y puros, que palpitaron en lo más profundo de mí ser

Dejando una huella imborrable en mis labios

Desde entonces siempre he querido bañarme desnudo en la humedad de tus besos

Porque con tus besos lograste besarme mi alma

 

Mirándola una vez más a los ojos me acerqué a sus labios

A un océano profundo de aguas dulces, tibias y perfumadas

Mientras me acercaba al océano sentí sus dulces aguas

No pude evitar quitarme la ropa y quedarme desnudo

Y que contemplara mi alma desnuda que temblaba

 

Abarcándolos por completo comencé a bañarme desnudo en tus tibias aguas

Bebiendo, en pequeños sorbos, del amor de tus labios

Y acariciándolos con movimientos tenues, como olas que van y vienen

Sintiendo sus labios desnudos sobre los míos

Sentí su desnudez y que eras tú quien me besaba

Me besabas con fuerza y con pasión rebosante

Ambos nos bañamos desnudos y nos acariciamos con movimientos tenues

Hasta que los dos saciamos nuestra sed plena