Santiago Miranda

La tierra es el cielo

 

Allá van elevados
Los caídos al destello
Blanco desterritoriado
Que es el precoz olvido, el ser
Al ser, desgranados por el tiempo
Interpretados en sus huellas
Fortuitas, abiertos
Por inspeccionar lo cierto
Que hay o no para servirnos
No antes ni después sino ahora
Al momento de altas presiones
En la saturación de lo idéntico
La colision inmanente del sí mismo
Estalla a largo tiempo y constituye
Su carne celeste la piel del cielo
Y su sangre amarilla el trigo reseco
Su saliva pura y espuma machacada
Constituye el dolor y magnimidad, de mares

¿El color fue acaso también un invento humano?

Semilladas de estrellas por lo bajo
Reventando, a mi muerte, espero
Crezca un manzano, en mi vientre
Y la fruta que caiga
Antes de podrirse
Sea comida

(18/11/2016) (7/6/2018)