NO SE PERCATAN.
Discuten, se insultan, no ven e ignoran el daño que causan.
Corrigen a gritos, insultos y palabras altisonantes, olvidando que son sólo infantes.
El niño temeroso manifestó su inconformidad a cambio recibió un golpe que lo dejó sin dientes.
El niño se equivoca y no le hacen ver su error, creen que lo verá, causándole dolor.
El niño no sabe lo que es el amor, lo comparan con otro infante siempre recriminando y diciendo: Por qué tú no eres mejor?
Reprobó y lo castigaron, aprobó con buenas notas y no lo felicitaron.
Lo subestiman, dudan de su capacidad, el niño fantasea y le trituran sus sueños, pues le hablan de lo que ellos llaman: Una cruda realidad.
Siempre tras cada discusión entre sus padres, él teme, sabe que ahora lo que viene es una una descarga total de frustración hacia su persona.
Le apasiona la música pero nunca será cantante, al menos el eso cree, se lo hicieron creer, que él nunca sería importante.
Ahora ya es adolescente y cree que nada vale la pena, llega a casa borracho y drogado sabe que así los golpes de sus padres dolerán menos.
Dejó la escuela y no trabaja, quiere dinero fácil sin importar el terminar en una caja, total, no cree importarle a nadie y nadie cree, tampoco el, que puede obtener dinero honestamente, él no se siente capaz, lo convencieron de que es inútil y frágil.
Su futuro no se ve nada agradable, su cruel final parece inevitable, aún así parece no importar, su padre no está en casa, está en la cama con otra, de su madre ni una llamada para saber dónde está, no le importa si llega a casa.
El tiempo de reacción se está agotando.
Me pregunto si no los veré pronto arrepentidos y llorando.
Será demasiado tarde.
07-08-17. Israel Najera. Cd. Jiménez Chihuahua.