Kleber Exkart

Sino eres mía

No importa sino eres mía

apenas si eres una replica de la Eva mítica.

Tu figura incorpórea puedo trastocarla

en los moldes infinitos de las mujeres.

Puedo dibujar y desdibujar tus líneas,

puedo quedarme con una parte,

o todas tus partes. Puedo ir besando

tu desnudez o escribiendo en tu papiro.

 

Solo tengo que pensarte para llenarme de ti.

La abstracción puede ser subliminal, no tiene fronteras.

No existe miedo a la resistencia;

puedo desencadenar los temblores trémulos

de la orgía de tu sangre trepidante viajando

por la aorta hasta tu médula ósea donde

tus células instintivamente procaces devoran

los azucares del sol y el fuego de los elíxires.

 

Si has pensado devorar mi corazón

tómalo es solo un pedazo de carbón incandescente

es polvo con sabor ha añejos licores de luna

de enhiestos sembríos de trigo y cebada.

 

Mi sillar nace en el mar, es grafeno de sal.

Con ella puedo edificar tu escultura somnífera;

tú silente pez batido en el arco de tus ancas

quedará enmarcado en rubicundos deseos

sosteniendo la perla nupcial del caos.

 

No importa sino llegas a conocerme.

La voraz historia que escribieron otras

fue devorada por la termitas y ahora

yacen en las columnas derruidas de las

ciudades santas y sacrílegas que un día

fueron los santuarios palaciegos

de las ninfas y diosas de otros hombres

que al igual que ti ensoñaron sus vítores

 

Otras escribieron la historia por ti

desde la virginal crisálida de la mujer

que rompió agua fuente dándome a luz

hasta la que mansamente cierre mis párpados.