FELINA

DAR Y QUITAR...CAMPANAS DE HIERRO...

Hoy he vuelto a mi pueblo…

muchas cosas han cambiado,

mis amigos emigraron

a poblar otras ciudades.

Un cúmulo de sentimientos

sacudían mis silencios,

no pronuncié  palabras…

dejé que mis sentidos se despertaran

y trajeran los recuerdos a mi mente,

de lo que fué mi feliz infancia.

Recuerdo que de niña yo me enamoré,

con escasos siete años ya sabia lo que es querer

y fué ¡Rodrigo! si ,el niño aquel que me deslumbró

cuando mire sus ojos canelas como la miel.

Miraditas  iban y venían, miraditas nada más,

yo lo miraba con ternura, me parecia angelical.

De su primera comunion, el me regaló el misal,

yo lo recibí con ansias…mi abuelita me observaba,

se lo regale´a mi prima del miedo que me daba…

sellamos nuestras manos, con la promesa de no quitarlo;

Dar y quitar…campanas de hierro,

por un caminito… derecho al infierno.

Pero que va…yo mi promesa no la cumplí,

a mi prima le quite el misal…jajajajjajajajja

fúi y se lo saqué del baúl  en donde lo guardó…

era muy importante para mí conservar aquel

que fuera mi primer regalo de amor.

Pensando en mi amado, miraba el librito con devoción

y escondiéndolo debajo del colchón

para que mi mami no me lo pillara.

Por varios dias estuve atemorizada

pensando en las campanas de hierro,

las visualizaba grandísimas y con un ruido ensordecedor

y me imaginaba el caminito para el infierno,

con todos los diablitos a lado y lado

custodiando que no me fuera a escapar.

Me acordé mucho de la poesía

que me aprendí por vez primera,

aún sin saber leer, ¡la flor del ilolay!

Mi padre me la recitaba una y otra vez

me volví fanática de la poesía

desde que tenia cuatro años…

ya me desvié del cuento (retomando) jajajja

también me imaginaba la paila mocha

y las llamaradas calcinándome por completo

y a satanás clavándome el tenedor…

me daba pánico, mejor terror…

yo si creía que el castigo

por quebrantar el juramento se cumpliria,

pero más pudo el amor, que las benditas campanas,

la paila mocha y las llamaradas candentes.

Y como en toda relación teniamos inconvenientes,

un Edgar y un Luis Carlos, mi amor se disputaban,

no recuerdo cuantos más a la lista se sumaban.

Fueron mis primeros amores…amores de la niñez.

¡Ah que tiempos aquellos cuando nada nos atormentaba!

Pero no piensen ustedes…que yo era una niña terrible,

Lo que pasa y sucede…es que soy  de corazón sensible,

cuando veia un niño, me desequilibraba

 y por completo yo perdía la razón

 y no amarlo se me hacía imposible.

¡Yo era una niña precoz!

Posdata: aún mi prima Luz Ensueño

no sabe que le saqué el misal,

por favor no le vayan a contar,

porque se puede enojar

y al infierno si me manda

para hacerle compañía a lucifer.

Felina