Recuerdo que yo estaba enamorada de él desde que tenía alrededor de 13 años de edad. Al principio lo miraba serio, muy extraño, tal vez por la manera en que fue educado por sus padres había mantenido una personalidad distante a diferencia de lo sociable que son hoy en día la mayoría de chicos de su edad. Sin embargo cuando poco poco lo fui conociendo, me di cuenta que él era muy gracioso, tenía una chispa extraña incluso más que cualquier otro chico que yo había conocido. Es un chico que tenía temas de conversación que nunca antes había oído, y que resultaban muy interesantes.
No tengo fotos con él, me gustaría un día decirle que nos tomemos un selfie, así lo pondría en mi mesita de noche en un portafoto, así sería iluminada por mi lámpara y a compañada mis pequeños y grandes peluches. Por el momento me gusta dibujarlo, espero algún día tomarme una foto con él.