Miré en grandiosos sueños a una diva,
con una bella chica me encontraba,
lucia cabellos largos esa chava,
la visión en mi siesta fue tan viva.
Su cuerpo de modelo, que gracioso,
el talle remarcado de su falda,
la contemplaba solo por la espalda,
marcada con un porte fabuloso.
Quince años han pasado, lo recuerdo,
ella fue por mi mente diseñada,
cumpliendo mis anhelos encarnada,
mi sensación gravada no la pierdo.
En sueños le tocaba sus cabellos,
también su linda cara sin mirarla,
mi tacto bien lograba retratarla,
sintiendo que sus rasgos eran bellos.
Entre arroyos y campos de cebada,
con cascadas cercanas que cantaban,
espejos de agua clara reflejaban,
el porte de su imagen refractada.
Recreada tantos años por mi mente,
aquello semejante al paraíso,
tocando de tu pelo solo un rizo,
veo que eres esa chica claramente.
Miro tu peño largo que es el mismo,
también esa figura deslumbrante,
tan claro que eres tu bella y radiante
tanta veracidad no es espejismo.
Ha convertido en cierto tu presencia,
al sueño más hermoso de mi vida,
como casualidad bien definida,
estoy maravillado con tu esencia.
Un campo de cebada floreciente,
cascadas de agua clara tanto cantan,
los pájaros cantando se levantan.
hoy contemplo tu cara tan sonriente.