Miguel Abrams

Elegía para un amor

En silencio la guitarra

ya no acompaña al cantor

al alma le desgarra

el recuerdo de su amor

 

Quieta la libreta,

lento el paso

le falta un pedazo

al alma del poeta

 

Mataron su vida

consumieron su gloria

su cabeza ayer erguida

ya no goza la victoria

 

Cerraron sus caminos

despedazaron sus alas

ya se aquieta el peregrino

ante el poder de la bala

 

Ha muerto el alma

del alegre bohemio

que obsequió su alma

y mataron como premio

 

Se ocultó la luna

y no brillan los luceros

pues se llenó de brumas

el azul de su cielo

 

Su pluma no escribe

ni suena su guitarra

solo un milagro pide

que regrese a su amada