minsandi

Semillas de esperanza

Ha terminado el día sin rodeos

para sembrar sus nuevas esperanzas,

que en la noche iluminan como espejos

y se escuchan como míticas stanzas.

 

Al navegar la noche hacia la luna,

cada semilla crece presurosa

entre abrazos y letras que la ayudan

hasta cuajar como una flor hermosa.

 

Y así, quiebran el miedo y la amargura

cuando el cielo, pintado en tonos rosa,

aclara con su tenue luz las frutas

 

que la noche ha parido como suyas.

Listas están, para que las recojan

como diario tesoro en sus alforjas.