Esteban Mario Couceyro

El lamentable silencio

Desperté de un sueño

siguiendo dormido

mezclado

en la realidad

y ese fantástico

lugar.

 

Las nieves

continuaban

las sábanas

iluminadas apenas

por esa luna llena.

 

Un valle

perdiéndose

abajo

entre pinos

y serranías.

 

Aquí

el verano acalora

un sueño liviano

de oscuras praderas

apenas iluminadas

en luces de luna.

 

Despierto

recordando la ausencia

de tu cuerpo

junto al mío

los interminables besos

y esas preguntas

sin responder

el pasado invierno

en noche de luna llena

el aire quieto

y un absoluto silencio.